El tiempo se escapa entre los dedos y no permite, muchas veces, parar, recopilar, saborear los momentos, reflexionar y sonreír recordando instantes especiales, de flow, de aprendizaje, de encuentro y sobre todo, de diversión. ¿Un fin de semana de trabajo puede ser divertido? Rotundamente sí. Desvirtualizar, charlar, construir, compartir, sentirte parte de un gran proyecto, encontrarte con profesionales que aman lo que hacen es un lujo. Y es lo que viví en Madrid del 16 al 18 de marzo de este año.
Escribo en este cuaderno para recoger, además de las palabras / sensaciones ya escritas y que salen espontáneamente, lo visto y aprendido.
Días antes del encuentro recibimos una invitación de boda: la unión entre #EXElearning y #ProyectoEDIA, original manera de presentar un hecho: la perfecta sintonía entre ambos equipos de trabajo.
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