Cuando plantas una lechuga, si no crece bien no echas la culpa a la lechuga. Intentas encontrar las razones por las que no está creciendo correctamente. Puede que necesite fertilizante, o más agua, o menos sol. Nunca le echas la culpa a la lechuga. Sin embargo, cuando tenemos problemas similares con nuestros amigos o familiares solemos echarles la culpa. Pero si sabemos cómo cuidar de ellos, crecerán bien, como la lechuga. Culpar al otro no tiene ningún efecto positivo, y tampoco lo tiene el intentar persuadir usando razones o argumentos. Esa es mi experiencia. No culpar, no razonar, no argumentar, solo comprender. Si comprendes, y demuestras tu comprensión, puedes amar, y las cosas pueden cambiar.
Las personas y, otros seres vivos, como las plantas, reaccionan a nuestro trato. Tanto si hay cuidados como si no los hay, habrá un reacción: de crecimiento y frondosidad, o de muerte por falta de atención. Cuando educamos, también cuidamos. Y para aprender nos tenemos que sentir en un entorno que cuida.
Tengo claro que para aprender necesitamos estar en CASA que, según Roberto Aguado, autor del concepto VEC, implica que el clima del aula provea de Seguridad y Alegría, favorezca la Curiosidad y promueva la Admiración (ad-mirar al docente, a los compañeros...). Esto se puede trasladar perfectamente al entorno en que me muevo: asesoría y formación en claustros.
Espero haberme expresado. Lo que trato de explicar es que los 4 elementos son las bases que creo hay que cimentar para poder, no solo aprender áreas, sino también para aprender habilidades para la vida, y entre ellas, la más "frágil" en contextos educadoramente pobres: la empatia.
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