Fernando Trujillo, en Educ@contic, ha escrito una reflexión, además de invitarnos a un ejercicio de búsqueda y análisis de información ;) sobre los nuevos Grados de Educación y la presencia que tendrán en ellos la formación en herramientas (y competencias) digitales, osea, la que recibirán los alumnos que serán los profesores de dentro de muy poco.
Me he quedado pasmada. Unos pocos ejemplos bastan para ver que el comenzado proceso de formación de profesorado en activo (con el coste ecónomico, de recursos y de esfuerzo que suponen) se va a tener que perpetuar hasta el siglo XXII.
Por los datos que se dan, como dice Fernando, sólo cabe pensar que ofrecen unas optativas "testimoniales" porque en las Escuelas de Magisterio no es necesario introducir esa variable puesto que todo el trabajo educativo se hace utilizándolas y formando a los alumnos/as en estrategias didácticas sobre su uso, desarrollando la competencia digital (a la vez que desarrollan las restantes) y por lo tanto es una obviedad incluir áreas, momentos para ese trabajo.
Pero me temo, Fernando, que va a ser que no. Que va a ser que llegarán a su primera escuela y (un poco como nos pasó a otros en otros tiempos) descubrirán aquello de "sólo sé que no sé nada" o sea, que ¿cómo hago yo con estos alumnos/as? ¿Cantamos las tablas de multiplicar, que repitan la lección, que se la aprendan de memoria, página 5, ejercicios 4y5 ?????
No puedo por menos que pensar ¿pero nos hemos vuelto locos? ¿quién permite esta situación y por qué? ¿o es que quien organiza la planificación de los estudios todavía no ha salido de la libreta y el boli y no tiene ni correo electrónico? ¿O teme que para planes de estudios adecuados a este siglo no tiene recursos humanos de este siglo? Hombre, mayorcitos si que somos muchos en la profesión docente, pero no creo que la edad sea igual a incapacidad de aprender o innovar.
En fin, en este calentón momentáneo, estoy bastante indignada. Me gustaría tener datos que demostraran que todo lo que dice en la entrada de Educacontic no es general, ni mucho menos...
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