12 octubre 2011

No hay excusa, podemos trabajar sobre bases científicas

Antes de comentar la segunda ponencia del viernes 7 de octubre , quiero hacer una reflexión. Escribo estas notas tratando aún de reposar e integrar lo aprendido y lo primero que me ha sorprendido es la calidad de los ponentes que hemos escuchado esos dos días de congreso (VIII congreso FNCE). Supongo que son personas que colaboran con la fundación, pero así y todo, ha sido un lujo.

Llevo muchos años escuchando colegas de profesión (los mejores de entre nosotros) hablando de prácticas de aula , innovaciones... hechas desde la dedicación y el compromiso con su profesión, pero este fin de semana he escuchado a otros profesionales, a los que desde ámbitos profesionales diferentes contribuyen a dotarnos de bases científicas de conocimiento, que tanto necesitamos.

Imagen de este blog

Puede parecer que en estos días (sobre todo por la primera entrada que he escrito) se ha hablado de alumnado talentoso, sobredotado... pero no es así. Se ha hablado de cómo funciona el cerebro cuando se producen aprendizajes, de estrategias para favorecer el pensamiento, la comprensión... aspectos que nos han resultado muy enriquecedores y que tienen mucha incidencia a la hora de pensar y planificar las clases.

Hemos comentado, entre pasillos, que la falta de esa visión científica e interdisciplinar en nuestro oficio hace que muchas veces se trabaje con "voluntarismo", basándonos en un "conocimiento intuitivo" que no se sostendría en cualquier otra disciplina. Eso hace mucho daño a una profesión, que no sólo necesita de actualización tecnológica sino que está escasa de formación científica. Se ha avanzado, descubierto, investigado, publicado mucho sobre cómo funciona el ser humano cuando aprende, cuando se emociona, cuando se relaciona con otros... se sabe que el aprendizaje se produce en interacción con otros, que la repetición y la memorización no produce aprendizaje... pero estas realidades parecen que quedan fuera de las paredes del aula, de los centros, que funcionan, en genral, de forma "endogámica", como una realidad social independiente de la propia sociedad, donde queremos mantener estructuras de aprendizaje individualista, basado en exámenes, donde todavía hablamos en términos tan científicos como "se porta mal", "no presta atención", no estudian"...dónde sólo vemos a los alumnos que no nos necesitan (y los que parece, en general, que nos dirigimos cuando "damos clase"), donde no sabemos como llegar a la mayoría, donde pretendemos que todos hagan lo mismo, a la vez, aunque sus maneras de aprender sean muy distintas. En fin, donde queremos uniformizar un universo humano que no es, ni ha sido nunca, uniforme.

No habría más que abrir las puertas y mirar fuera para ver que es así, que el único lugar donde pretendemos "forzar" una estructura que no es real es la escuela. Y en ese empecinamiento por mantener lo que hemos conocido (los docentes somos los únicos profesionales que nunca hemos abandonado la escuela...) estamos perjudicando, primero a nuestro alumnado, y después a nosotros mismos. Hay muchos profesores/as que no entienden lo que pasa, que trabajan mucho corrigiendo cuadernos, que no están a gusto con los resultados,  pero también es cierto que hay muy pocos que se pongan en marcha para formarse, para cuestionarse lo que hacen y por qué lo hacen, para adquirir un compromiso de mejora, actualización y cambio que es necesario, urgente e imprencisdible en estos momentos.

Nunca antes hemos tenido tanto acceso al conocimiento, al aprendizaje. Tenemos a nuestra disposición todas las fuentes que queramos, en abierto, democráticas. En tiempo real podemos conocer y acceder a experiencias, estudios, materiales... No es necesario hacer másteres, acudir a cursos lejos de nuestro entorno. Sólo es necesario querer, estar dispuesto/a a cuestionarnos lo que por inercia hacemos y abrir la mente a otras posibilidades, que , además, están siendo avaladas por investigacioens científicas de numerosas disciplinas. Los maestros/as debemos escuchar también a estas personas y debemos, creo, de tratar de llevar a nuestro quehacer lo que no son ya hipótesis, sino realidades, sobre cómo se aprende.
Imagen de esta wiki


En este congreso, como en otros muchos foros, he comprobado que no estamos solos. Mientras nos "come" el día a día del trabajo, hay muchos profesionales investigando a los que podríamos escuchar.

Paremos, detengámonos un momento y preguntémonos ¿lo que hago es lo que puedo hacer? ¿puedo hacer otras cosas en mi clase? ¿por qué organizo así el aula? ¿es efectivo este modo de enseñar? ...


2 comentarios:

Pilar Etxebarria dijo...

Estoy completamente de acuerdo contigo. Yo he tenido la ocasión de oir a Carmen Pellicer en el Colegio Ayalde. Es una formadora experta que mantiene mucha relación con Harvard. Los proyectos para la comprensión, el "Visual thinking", las inteligencias múltiples etc. son técnicas con bastantes años a cuestas y, parece mentira, que no estén todavía extendidas más que en ciertos centros concertados. Son metodologías, al fin y al cabo, competenciales. Hace también bastantes años , gracias a las técnicas de visualización modernas (Scanner) que es posible estudiar el comportamiento cerebral in situ. La neuropedagogía está en auge y ya es posible afirmar que una persona aprende mejor en ciertas condiciones que corroboran estrategias de sobra conocidas, como el aprendizaje cooperativo, e introducen otras nuevas como "la enseñanza amigable al cerebro". Es una pena que estos temas no lleguen al profesorado (que ya de por sí es bastante escéptico ante todo cambio) o se den a conocer de forma poco integrada, como piezas sueltas que no encajan nunca. Quizás haya también que cuestionar el sistema de formación, no se...Deberíamos formar un grupo de trabajo para profundizar en la forma de darlos a conocer. Besarkada bat, Berta.

Irakurkop dijo...

Magnífica entrada, se lee la pasión que sientes por tu trabajo. Espero que nos lo puedas contar todo con pelos y señales.
Un abrazo,
Cova