Juan José tiene publicado un libro con Anaya Multimedia sobre el mismo tema (también en la lista de "pendientes"). Hoy me llega a través de Facebook (por cierto, si no habéis visto la película "La red" no os la perdáis) la entrevista que le han hecho en Consumer.
Destaco de la entrevista:
las redes escolares, que recrean la forma habitual de comunicación a la que tiende la sociedad: potencian la relación entre profesores y alumnos, facilitan el intercambio de información y crean un ambiente que antes no existía, donde los estudiantes pueden interactuar tanto entre ellos, como con sus maestros.Sobre el uso educativo dice algo muy interesante: Pasa lo mismo que con las aulas tradicionales, el lugar no es lo importante, sino lo que se hace en ellas. Dependiendo del estilo docente, así se usarán. En otro pasaje añade:
Además, las redes sociales tienen la virtud de dejar a los alumnos convertirse en "profesores", ya que es frecuente que ante las preguntas de sus compañeros respondan antes que el profesor de la asignatura. El valor pedagógico de estas conductas es innegable porque fomenta la participación, la colaboración y el interés.No estoy, sin embargo, muy de acuerdo con la edad a la que le parece que es adecuado comenzar con el uso educativo las redes. Comenta que sobre los 14 o 15 años usan las redes y por lo tanto, ese sería un buen momento. Creo que empiezan antes y , aunque no lo hicieran todavía, deberían conocer el entorno y manejarse con seguridad antes de iniciarse por su cuenta. Además, todavía pasa demasiado aquello de que los alumnos/as identifiquen las herramientas que ofrece la red como lugar de ocio y relación. Es necesario que se conviertan también en espacios de aprendizaje y sean así aprovechadas para su crecimiento personal y social.
Por ello, creo que en los últimos años de primaria podrían usarse las redes sociales como otro entorno de aprendizaje, poniéndoles en contacto con un medio que es muy natural para ellos y que potencia, como muy bien indica Juan José, la colaboración, intercambio de información, relación entre ellos...
En cualquier caso, potenciar las redes en el trabajo docente es clave, como también indica, para la propia autoformación, reciclaje y comunicación entre maestros/as. Si, como muchos podemos constatar, pertenecer a redes ha sido clave en nuestro aprendizaje y nos ha hecho comprender la dimensión real de los cambios en los procesos de enseñanza y desarrollo profesional, es natural que apostemos por estas nuevas estructuras que "rompan" unos modelos tradionales de "hacer" que:
- Nos agotan, porque la velocidad con la llegan los cambios, las nuevas tareas a realizar en el mismo tiempo disponible nos sobrepasan... si vamos en solitario.
- Son poco efectivos pues requieren mucho tiempo para el resultado que se obtiene
- Son demasiado rígidos, con poca flexibilidad frente a nuevas demandas
- Y están obsoletos, porque son los mismos modos de trabajo de hace un siglo, cuando tenemos medios y formas de organizarnos mucho más acordes con los tiempos.
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