Si la clase está organizada de forma tradicional, el profesor está en su mesa y cerca de él está la pizarra. Tendrá sobre su mesa el portátil. Los alumnos estarán mirando hacia esa pizarra con lo que las pantallas no se controlan. Más o menos como cuando están con los libros y cuadernos, puedes pensar que están haciendo una cosa y si no te paseas puedes llevarte una sorpresa. Es normal que imaginemos el aula como siempre la hemos visto pero creo que hay que hacer una reflexión sobre cómo podemos organizarla para esta nueva Educación 2.0
La pregunta que me hago es, ¿es adecuada esta estructura para trabajar con estos nuevos elementos? ¿podíamos plantearnos otra organización más adecuada, en la que además de interactuar con la pizarra y el maestro lo hagan entre ellos? Para momentos de trabajo individual tambie´n estarán endientes de la web en la que deben pinchar o favorecemos que sigan sus ritmos, investiguen, aprendan, colaboren con otros... ¿aprovechamos las potencialidades que nos brindan pensando en modos de hacer antigüos con herramientas nuevas?
Como siempre, Néstor nos trae de forma gráfica, una situación , para mí, muy triste:
Domingo Méndez, en la presentación que inserto, habla de metodología antes de tecnología, para evitar que fracase esta oportunidad de modernizar la escuela (modernizar la manera de trabajar con los alumos, no tanto en lo tecnológico).
Coincido con él, si bien también creo que puede ser muy interesante la formación en una herramienta contextualizada en una actividad escolar concreta, para conseguir el desarrollo de una o varias competencias... Me gusta este modelo simultáneo pues garantiza mejor la coherencia entre el instrumento y el para qué. En el seminario de herramientas digitales, aprendemos la herramienta, sobre ejemplos de usos de aula y tratamos de diseñar, cooperativamente, una tarea que contemple todos las variables: didácticas, organizativas, de evaluación adecuadas a la tarea que se propone... Normalmente, en las propuestas, se plantea:
- que se trabaje por grupos o parejas,
- se les de conocer a los alumnos el producto que esperamos,
- se les expliciten los criterios que usaremos para evaluar.
- que dispongan de las herramientas de evaluación, graduadas por niveles de adquisición.
- Además, estudiamos cómo preparar esas sesiones -el antes de ir al aula de Pcs a trabajar (los que están en el seminario no son de 5º) y ,durante las primeras sesiones, pensamos unas consignas para que la experiencia sea exitosa para profesor y alumnos.
- La transformación de un currículo basado en contenidos a uno centrado en el desarrollo de competencias básicas, que conlleva cambios estructurales de una escuela, en líneas generales, no preparada para este reto
- El entorno tecnológico y social actual que en nada se parece al que vivimos como alumnos. Teniendo en cuenta que nuetra misión como formadores de nuevas generaciones nos obliga a no dar la espalda a esta realidades y con el "encargo social" de que eduquemos en esos nuevos medios y garanticemos la alfabetización digital, comunicacional y ciudadana (incluso de ciudadanía digital) de los alumnos/as
En definitiva, y ahí está el reto, se trata de ajustar las maneras de trabajar con los alumnos integrando en esa nueva visión: trabajo por competencias, evaluación acorde a ellas, tareas en contextos reales, variables de trabajo cooperativo (para lo que hay herramientas "ex profeso"), productos en cada tarea, construcción del conocimiento de cada alumno/a... Los Pcs y las pizarras nos lo ponen muy fácil para poder llevar a cabo estos ajustes. No perdamos, pues, la oportunidad y nos pase lo que refleja Néstor en la viñeta. Para ese viaje con tecnología y modos analógicos- tradicionales-enseñando contenidos no hace falta gastar dinero en PCs...
El triángulo que propone Domingo es magnífico, para mi gusto:
En este link, desarrolla la propuesta en un doc.
Nota: creo que el esfuerzo de muchísimos profesores/as para evolucionar hasta este nuevo paradigma es encomiable y hay que reconocerlo. Lo veo cada día en mi trabajo y les animo a perseverar porque estoy convencida (por propia experiencia) de que el trabajo docente se torna estimulante, interesante, motivador. Creo que reduce el stress y la sensación de frustación y cansancio que provoca intentar hacer lo mismo que hacía uno hace 15 años en un contexto totalmente diferente. También creo que descubres todo lo que los alumnos/as son capaces de hacer, pensar, imaginar, descubrir, aprender... con nuestra guía y experiencia docente. Los niños/as necesitan más que nunca maestros/as que crean en sus posibilidades, que se compromentan con su desarrollo, que trabajen cooperativamente con sus colegas docentes (de su centro y de otros mediante redes), que no tengan temores por rompen y transformar aquello que sabemos que no funciona y se mantiene por inercia.
2 comentarios:
Ha sido una entrada muy interesante y completa. Me identifico con esta frase que escribes "Creo que reduce el stress y la sensación de frustación y cansancio que provoca intentar hacer lo mismo que hacía uno hace 15 años en un contexto totalmente diferente."
Aunque sólo sea por eso, merece la pena intentarlo. Ir con ilusión cada día al trabajo es algo que no tiene precio.
Saludos.
Muchas gracias, Conchita. Creo que por eso nos gusta lo que hacemos, ¿no? Es decir, acudir con ilusión a la escuela, porque además nuestro trabajo es muy importante. Estamos con niños/as que merecen que demos todo lo mejor que tenemos y a los que intentamos llevarles a ser mejor personas, más formadas y críticas y ciudadanos responsables.
Una tarea muy difícil, pero como dices, gratificante.
Publicar un comentario