La Universidad española ha hecho un gran esfuerzo para adaptarse al plan europeo que obligará a todas, desde 2010, a ser más participativas, integradas, adaptadas a la tecnología y con tutorías más individualizadas. Pero el avance tecnológico es rápido y más fácil; está en marcha. El cambio de mentalidad de los profesores, sin embargo, acostumbrados en España a la clase magistral sin feedback, será más difícil. Puede costar una generación.Hombre... una generación se me antoja un espacio de tiempo que no nos podemos permitir, ¿no?
En fin, además de esta afirmación, haciendo zapping esta tarde, escucho al vicepresidente ejecutivo de la fundación Educared, Javier Nadal, hablar sobre la brecha digital que sitúa en unas edades muy concretas: de los 45 años en adelante, año más, año menos. Dice que en los tramos de edad anteriores, según estudios del uso de Internet por los usuarios, se encuentran al mismo nivel de otros paises e incluso entre los menores de 24 están a al vanguardia del uso de la red (¡Qué alivio!). 4 millones de personas que escriben blogs, afirma, 9 millones los leen.
La pregunta que me hago es la siguiente: ¿cómo vamos a llevar a cabo los ajustes necesarios en educación si (por lo menos en el ámbito que conozco) la edad de los profesores/as se encuentra en el famoso tramo de la brecha? Porque, aunque muchos profesionales educativos que conozco en la red (y yo misma), estamos en esa edad, tenemos presencia e identidad digital en ella, parece que la mayoría no tiene ningún contacto con ella.
Nota: ahora entiendo lo de que hará falta una generación para visibilizar los cambios en los estudios universitarios: el tiempo que tardaremos en jubilarnos los que estamos en la "brecha" que menciona Javier Nadal.
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