04 noviembre 2013

Yo también soy un caracol...

Tengo la sensación de que Santos Guerra es un contador de historias, de historias que nos hacen sonreir, que relajan la tensión, que evocan. Pero entre las historias, suavemente, nos desgrana realidades terribles, obscenas, inmorales sobre “prácticas docentes” que, al escucharlas, no se nos hacen extrañas, denunciables, ni malvadas.

Tengo la convicción de que bajo ese manto de bondad late un ser indignado que impregna de humor e ironía su discurso porque sabe que es la mejor manera de decir lo que dice sin que entre los que le escuchan, algunos se levanten y se vayan (retratados con la maestría con la que retrata lo peor de nuestro oficio).


Tengo el corazón encogido por tanta evidencia que antes fue para mí, sobre todo intuición (y también ira e indignación). Encogido porque soy consciente del daño que se puede hacer a una persona, un docente o un alumno/a ¡qué más da!, persona al fin, inmovilizado/anulado por la ignorancia y la prepotencia; por quien viéndose en un pedestal (no merecido) mercadea por un sueldo con el futuro y el bienestar de quienes están a su cargo.

A pesar de todo esto, no sería justa si no dijera que Santos Guerra nos transmitió un mensaje positivo, de esperanza. Las personas, “herramientas” de nuestro oficio, son diversas, y en esa diversidad hay excelentes (a veces, heroicos) profesionales que, son, ante todo, personas-docentes. Esos/as son a los y las que tenemos que escuchar y han de ser nuestros referentes, teniéndolos en mente para no dejarnos llevar por inercias y rutinas.

Tengo que decir que lejos de ser un discurso metafórico, personal e intransferible, para mí aporta evidencias científicas se me antojan de una credibilidad incuestionable. Son evidencias que no necesitan de estadísticas y sesudos informes. Se basan en una mirada, la mirada no-neutra, comprometida, verdadera y sabia. Es la misma que he visto en Mar Romera, en Javier Bahón, en Mª Jose Lera, en tantos compañeros/as muy cercanos, en … muchos/as. Todos los que la sed de conocer/entender/aprender me ha llevado a escuchar, todos/as los que la red virtual ha visibilizado, a esos/as que, colocados por el sistema muchas veces en los márgenes, brillan impulsados por los “likes” “me gusta”, por los argumentos, por su deontología y se convierten en nuestros referentes. Referentes éticos, referentes profesionales, referentes que tanto necesitamos en la docencia.

Todos/as ellos/as no estaban al alcance hace unos años, y hoy forman parte de mi red, de mi PLE, y de mis anclajes éticos en esta profesión docente.

Creo que lo que somos y hacemos es lo mismo. Lo que refleja mi perfil en las redes soy yo : mi yo-persona y de mi yo-maestra, porque no puedo separar ambas cosas: no se puede ser seis horas maestro/a y dieciocho otra cosa, porque el compromiso ético impregna cada espacio de la vida, porque la coherencia entre cómo eres, cómo vives y cómo enseñas debería ser la primera nota de corte para acceder a la docencia.

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Gracias por la lucidez.

2 comentarios:

Iñaki TORICES dijo...

Oso ondo Berta, holako ausnarketak era iraunkurrean egin behar ditugu irakasleok. Duela urte asko ezagutzen nuen Miguel Angel Santos Guerraren planteamenduak eta hezkuntza munduan onenetarikoa da niretzat, baina berak nola azaltzen duen are gehiago gustatzen zait. Ezin izan dut hitzaldira joan baina zuk idatzitakoaren bidez jakin dut eta guztiz ados nago ideiekin.
Agian, gaurko irakasleok "ITV" kotxeak bezala pasatu behar dugu edo "Hizkuntza Perfila" antzeko zerbait behar dugu, behintzat IKT eskolan aplikatzeko. Hau da gaurkotu NAHI ez duenari, (beharra ez duenez, soldata berdina da egin ala ez egin), azterketa edo pasatu behar zaio. Batzuk ilusioz lan egiten dugu baina kontrako indarra gero eta gogorragoa da. Hala ere, jarraituko dugu ilusioa mantentzen.

Berta dijo...

Kaixo, Iñaki:
Hala da, nik ere nabaritzen dut "ur korronte" hori, atzera joan nahi duen korrontea, indartsu, berekoia, ni-nirea aurrean jartzen, norbarera bere zilborrari begira..

Hori, nire ustez, beldurra da, aldaketari beldurra. Beldurra sentimendu naturala da gizakian baina profesionalei profesional moduan joatea eskatzea ere guztiz zilegia dela uste dut (eta guztiz beharrezko garai hauetan)
Mila esker, bene benetan, irakurri baina, batez ere, zure gogoeta hona ekartzearren!!!

Zu ere eutsi gogor! Ereduzko irakaslea zara.